miércoles, 12 de diciembre de 2012


El festejo de la ‘Virgen Morenita’ se volvió un fenómeno de masas 
 
México conmemoró ayer el 481 aniversario de la última aparición de la Virgen de Guadalupe al indígena Juan Diego con una multitudinaria ceremonia en la cual se le dio la bienvenida al día de la ‘Morenita de Tepeyac’ con la entonación de la tradicional canción de Las mañanitas en la Basílica de Ciudad de México. Una multitudinaria romería acudió avanzando penosamente arrodillados unos, en bicicletas cargando a veces pesadas imágenes sagradas otros, y a pie la gran mayoría. Como ya es costumbre en la emblemática festividad de la Iglesia Católica antes de la medianoche la ‘Virgen morenita’ fue homenajeada con una velada musical, en la que participaron artistas como Pedro Fernández, Pablo Montero, Marco Antonio Solís, Lucero, Angélica María y Daniela Romo. “Muchas gracias por dejarme estar frente a ti de nueva cuenta (...) Te pido por todos los que están enfermos, te necesitan con toda su alma”, dijo Romo, quien acaba de superar un cáncer de seno. La tradicional peregrinación anual, que se extendió hasta la medianoche de ayer, convirtió como es costumbre las calles aledañas al complejo compuesto por cinco templos, un mercado, un camposanto, un museo y edificios auxiliares, en un improvisado campamento donde pasaron la noche miles de personas provenientes de los distintos rincones de México. En la explanada de la Basílica de Guadalupe, fieles vestidos como indígenas realizaban danzas en honor de la imagen morena que según la tradición quedó grabada tras la aparición de la Virgen hace 481 años al indígena Juan Diego.Sobre la calzada de Guadalupe -la avenida principal que conduce al templo- un grupo de fieles que habían iniciado el martes su recorrido en bicicleta desde la vecina ciudad de Puebla (130 km de la capital mexicana), dejaban sus vehículos para realizar el tramo final a pie. “Fue una jornada agotadora, por poco y no llegamos”, dijo Óscar Ramos, un ciclista que cargaba con una imagen de madera. Cada año las celebraciones de esta congregan en México a millones de peregrinos fundamentalmente mexicanos, pero también de Estados Unidos y países de Centro y Sudamérica. De acuerdo con la tradición católica, la guadalupana se apareció en cuatro oportunidades entre el 9 y 12 de diciembre de 1531 al indígena Juan Diego, canonizado en 2002 por el fallecido papa Juan Pablo II. En la Basílica, que se alzó en la colina donde se dieron las apariciones, se ubica en un cuadro la imagen de María que quedó grabada en la manta de Juan Diego en una de las apariciones. Cerca de seis millones de peregrinos visitan cada aniversario de la aparición la basílica, que es el principal recinto religioso de América y uno de los más visitados del mundo. Para esta fecha llegan cientos de turistas extranjeros, en su mayoría latinoamericanos, para vivir esta festividad. Al mediodía de ayer, el reporte oficial contabilizaba 5,4 millones de personas que habían pasado por el moderno templo inaugurado en 1976 para reemplazar el antiguo construido en el siglo XVIII. El Gobierno del Distrito Federal aseguró que la mayoría de atención médica que se había prestado fue de curaciones en pies, rodillas y por agotamiento físico por las prolongadas caminatas de los peregrinos. En Monterrey, la tercera ciudad de México, las ceremonias se mezclaron con el homenaje popular a la cantante Jenni Rivera, cuyo avión cayó el domingo. Celebraciones similares se realizaron en otros países. En Los Ángeles, una ciudad donde la comunidad mexicana es muy fuerte, la Catedral fue escenario de conciertos de música mariachi y celebraciones religiosas. Ceremonias similares se efectuaron en Chicago y Nueva York. En esta última ciudad cientos de devotos abarrotaron la Catedral de San Patricio. En París, la ceremonia se realizó al atardecer y por primera vez se trasladó de la iglesia de Notre Dame a La Madeleine, con la asistencia de cientos de fieles y representantes diplomáticos de América Latina. En Guatemala, miles de personas pasaron ante la imagen de la Virgen, acompañados de niños vestidos a la usanza indígena.

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