domingo, 1 de diciembre de 2013

La medicina nuclear dio un paso en detección de células cancerígenas


La medicina nuclear dio un paso en detección de células cancerígenas
Paredes de plomo, rejas que aseguran el cuarto, cinco habitaciones y dos baños especiales para pacientes. Así es el Centro de Medicina Nuclear del Hospital Carlos Andrade Marín del IESS-Quito, que utiliza nueva tecnología para la detección de enfermedades oncológicas, cardíacas y neurológicas. Lo hace a través de la nanotecnología, un proceso que permite manipular la materia a escala minúscula. Precisamente, utiliza las llamadas nanopartículas para crear las sustancias que permiten detectar enfermedades que no fueron halladas con radiografías, resonancias magnéticas o tomografías. Una de esas sustancias es la glucosa radioactiva que es elaborada por los químicos y físicos que trabajan en este centro. ¿Para qué sirve? Este elemento ayuda a visibilizar las células cancerígenas y un tomógrafo especial emite las imágenes que son analizadas por el personal médico. Andrea Martínez, radióloga nuclear del servicio, menciona que con este examen se detecta si el cáncer se ha esparcido o no a otras zonas del cuerpo. Además ayuda a precisar el tipo de tratamiento o intervención quirúrgica que se dará a futuro. Carlos Llugcha, químico del centro de medicina nuclear, señala que las dosis de glucosa radioactiva se elaboran diariamente, de acuerdo al peso del paciente. Se lo fabrica así porque con el tiempo pueden perder radioactividad y su efecto no será el esperado. "Es importante que la primera muestra sea analizada mediante estudios químicos, físicos y microbiológicos para que puedan ser aplicadas de forma segura en el análisis". ¿Cómo funciona? Lo primero que hace un paciente al ingresar al Centro de Medicina Nuclear es dirigirse a un cuarto en donde el personal médico toma la presión, mide la estatura y calcula el peso. Luego un radiólogo inyecta la glucosa radioactiva. Lo hace vía intravenosa. Nadie más puede estar en esa habitación, pues se trata de una zona radioactiva. Cuando hay niños o personas que tengan impedimentos para caminar se permite la presencia de un solo familiar. Hasta que la sustancia localice las zonas afectadas puede transcurrir al menos una hora. Mientras esto sucede, la persona debe permanecer recostada sobre un sillón y abrigarse con cobijas, guantes, bufandas y gorros térmicos. El calor ayuda a detectar con precisión los tumores. Después, el usuario debe pasar por un tomógrafo y esperar el análisis definitivo. Una luz roja del equipo detecta la radiación e identifica las zonas afectadas. Solo esa búsqueda dura aproximadamente de 15 a 20 minutos. Esto depende de la rapidez con la que las células malignas se pinten en las imágenes. Adriana Noboa, radióloga nuclear, señala que es importante que las personas se relajen durante el tiempo que dura el examen médico. Eso mantiene la temperatura corporal. Por eso, sobre el tomógrafo se encuentra un cuadro con ramas y hojas de árboles. Después del examen, los pacientes no tienen ninguna complicación física, pueden comer y realizar sus actividades normales. Pero el centro de salud, como medida preventiva, recomienda al paciente que no esté en contacto con mujeres en periodo de gestación y niños durante ese día para evitar los efectos de la radiación. El centro incluso tiene baños específicos para las personas que se someten a este estudio, ya que la orina y las heces justamente tienen niveles de radiación. Los desechos pueden permanecen de uno a tres días en las tuberías del centro hasta que no haya riesgo y puedan salir a las cañerías de la ciudad. El hospital del IESS realiza estos exámenes bajo un Consejo de médicos que determina la importancia y necesidad del estudio de acuerdo al diagnóstico que ha sido emitido por un oncólogo y respaldado por exámenes especializados. En el país existen dos equipos que detectan las células cancerígenas en todo el cuerpo. Están en el hospital de Solca de Guayaquil y en el Hospital del IESS en Quito. En la capital, los primeros exámenes fueron realizados hace un año y ahora toma fuerza. De ellos, 339 corresponden a enfermedades oncológicas y el resto a otros cuadros. Medicina nuclear Es importante que el paciente no ingiera alimentos que puedan elevar la glucosa y alterar los resultados en el PET o PEM. Las imágenes tridimensionales detectan células que no son diagnosticadas con exámenes convencionales. El examen tiene un costo de USD 1 500 a USD 2 000. La transferencia de la sustancia se realiza por medio de un software instalado en una computadora. 300 Exámenes de pem se han realizado en lo que va del 2013 en este hospital.
La medicina nuclear dio un paso en detección de células cancerígenas

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1 comentario:

  1. me parece que es un avance mujy importante para la sociedad porque los doctores podan detectar lkas enfermedades mucho ejor.

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