domingo, 26 de enero de 2014

Nomofobia

Nomofobia
¿Ha escuchado el término nomofobia?, ¿sabe qué es el ‘Phubbing’?... seguramente no. Pero estas palabras, aunque usted no lo crea, tienen mucho que ver con sus actividades diarias. La necesidad de estar ‘informado’ y en constante comunicación con el mundo, ha creado una gran brecha entre la vida real y la vida digital, a la cual la gente se vincula cada vez más debido a la lógica del mundo actual. Esto se puede llegar a convertir en un verdadero problema cuando la tecnología se impone en la vida diaria. Y, generalmente, esto pasa cuando se tiene a la mano: 'smartphones', tabletas o dispositivos de comunicación. El teléfono celular ha evolucionado hasta convertirse en una minicomputadora que contiene una gran cantidad de información que puede ser útil, pero también puede resultar perjudicial se no se la sabe manejar. La nomofobia es la enfermedad que padecen las personas que no pueden despegarse del celular a ningún momento y sienten pánico si no lo llevan consigo. Según una publicación del blog Psicología &Counseling, el abuso de los ‘smartphone’ puede derivar en problemas con el sueño, estrés y síntomas de depresión. Por ello, la investigadora Sara Thomee advierte que “las autoridades sanitarias deberían incluir información sobre el uso saludable de la tecnología”. Otro de los problemas que puede acarrear el uso desmedido de la tecnología es la distracción del entorno, además de provocar una mala comunicación con las personas. El fenómeno del 'Phubbing' es el “el acto de desairar a alguien en un entorno social por mirar el teléfono en vez de poner atención”. Así lo define el sitio web stopphubbing.com. Estas escenas son el pan de cada día en cafeterías, restaurantes y sitios públicos, donde las personas conversan sin quitar el ojo de encima a su teléfono. Para la psicóloga Adriana Palacios el tratar de dejar de lado esta práctica es “un desafío”. Además que hacerlo contribuye a evitar “daños biológicos y psicológicos”.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://elcomercio.com/tecnologia/smartphones-telefono_celular-enfermedades-dieta-terapia-tips_0_1067893348.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
Ha escuchado el término nomofobia?, ¿sabe qué es el ‘Phubbing’?... seguramente no. Pero estas palabras, aunque usted no lo crea, tienen mucho que ver con sus actividades diarias. La necesidad de estar ‘informado’ y en constante comunicación con el mundo, ha creado una gran brecha entre la vida real y la vida digital, a la cual la gente se vincula cada vez más debido a la lógica del mundo actual. Esto se puede llegar a convertir en un verdadero problema cuando la tecnología se impone en la vida diaria. Y, generalmente, esto pasa cuando se tiene a la mano: 'smartphones', tabletas o dispositivos de comunicación. El teléfono celular ha evolucionado hasta convertirse en una minicomputadora que contiene una gran cantidad de información que puede ser útil, pero también puede resultar perjudicial se no se la sabe manejar. La nomofobia es la enfermedad que padecen las personas que no pueden despegarse del celular a ningún momento y sienten pánico si no lo llevan consigo. Según una publicación del blog Psicología &Counseling, el abuso de los ‘smartphone’ puede derivar en problemas con el sueño, estrés y síntomas de depresión. Por ello, la investigadora Sara Thomee advierte que “las autoridades sanitarias deberían incluir información sobre el uso saludable de la tecnología”. Otro de los problemas que puede acarrear el uso desmedido de la tecnología es la distracción del entorno, además de provocar una mala comunicación con las personas. El fenómeno del 'Phubbing' es el “el acto de desairar a alguien en un entorno social por mirar el teléfono en vez de poner atención”. Así lo define el sitio web stopphubbing.com. Estas escenas son el pan de cada día en cafeterías, restaurantes y sitios públicos, donde las personas conversan sin quitar el ojo de encima a su teléfono. Para la psicóloga Adriana Palacios el tratar de dejar de lado esta práctica es “un desafío”. Además que hacerlo contribuye a evitar “daños biológicos y psicológicos”.

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://elcomercio.com/tecnologia/smartphones-telefono_celular-enfermedades-dieta-terapia-tips_0_1067893348.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com


¿Ha escuchado el término nomofobia?, ¿sabe qué es el ‘Phubbing’?... seguramente no. Pero estas palabras, aunque usted no lo crea, tienen mucho que ver con sus actividades diarias. La necesidad de estar ‘informado’ y en constante comunicación con el mundo, ha creado una gran brecha entre la vida real y la vida digital, a la cual la gente se vincula cada vez más debido a la lógica del mundo actual. Esto se puede llegar a convertir en un verdadero problema cuando la tecnología se impone en la vida diaria. Y, generalmente, esto pasa cuando se tiene a la mano: 'smartphones', tabletas o dispositivos de comunicación. El teléfono celular ha evolucionado hasta convertirse en una minicomputadora que contiene una gran cantidad de información que puede ser útil, pero también puede resultar perjudicial se no se la sabe manejar. La nomofobia es la enfermedad que padecen las personas que no pueden despegarse del celular a ningún momento y sienten pánico si no lo llevan consigo. Según una publicación del blog Psicología &Counseling, el abuso de los ‘smartphone’ puede derivar en problemas con el sueño, estrés y síntomas de depresión. Por ello, la investigadora Sara Thomee advierte que “las autoridades sanitarias deberían incluir información sobre el uso saludable de la tecnología”. Otro de los problemas que puede acarrear el uso desmedido de la tecnología es la distracción del entorno, además de provocar una mala comunicación con las personas. El fenómeno del 'Phubbing' es el “el acto de desairar a alguien en un entorno social por mirar el teléfono en vez de poner atención”. Así lo define el sitio web stopphubbing.com. Estas escenas son el pan de cada día en cafeterías, restaurantes y sitios públicos, donde las personas conversan sin quitar el ojo de encima a su teléfono. Para la psicóloga Adriana Palacios el tratar de dejar de lado esta práctica es “un desafío”. Además que hacerlo contribuye a evitar “daños biológicos y psicológicos”.

Con estos 11 consejos puede combatir ese mal. Algunos pueden parecer obvios o contradictorios con el mundo actual en el que predomina la inmediatez, pero si los practica, se dará cuenta de que pronto será un ser libre, libre como un pájaro (no precisamente el de Twitter).
1.       NO AL ILIMITADO: Elimine su plan de internet ilimitado. Ese que con tanto ahínco se lo vendió el asesor de su operador móvil con el argumento de que lo mejor es tener internet ilimitado para no preocuparse por la cantidad de megas que consume.
Eso puede ser cierto pero es un arma de doble filo ya que si usted sabe que es ilimitado, estará todo el día metido en internet. En cambio si sabe que tiene una cantidad reducida de megas, será más moderado en su navegación.
Este es el primer gran paso. Al principio se sentirá asfixiado y le faltará el aire al dejar de revisar 2 minutos sus redes, pero al poco tiempo se dará cuenta de que NO PASA NADA, que el mundo sigue y no se va a acabar si deja olvidado el mundo virtual por un momento.
2.       ELIMINE APPS: Aunque suene drástico, una buena idea es borrar de su teléfono las aplicaciones de Facebook, Twitter e Instagram. Si no las tiene instaladas le dará pereza entrar a la versión web de cada red para revisarlas y mejor, para evitar la fatiga, dejará de revisarlas y punto.
3.       NO AL CARGADOR: ¿Pero qué me dices? ¿Sin cargador? Sí señor. Aunque  claramente los cargadores son hoy el objeto de deseo y los que hacen que nos hable ese personaje de la oficina que nos odia y que nunca saluda pero que nos pide prestado el cargador, no tener ese cablecito puede ser la salvación.
Solo piense en esto: cuando tiene poca batería y no tiene cargador, usted solo usa el celular para lo estrictamente necesario, ¿verdad? Pues bien, si desde que sale de su casa sabe que su batería debe durarle tooodo el día y que no hay lugar a cargarlo, solo usará el teléfono cuando realmente lo necesite con tal de prolongar su vida (y la del celular también).
Así evitará mirar Facebook cada 3 minutos y se acostumbrará a echar un vistazo cada hora, cada 2, 3 horas hasta que ya ni se acuerde.
La batería no le alcanza porque tiene el celular en uso todo el día, pero si le baja la intensidad, vivirá más tranquilo porque la batería será suficiente para su día y se quitara un dolor de cabeza más.
4.       SIN NOTIFICACIONES: Cuando mantiene activas las notificaciones de sus redes sociales e irrumpen en su pantalla, a usted le da piquiña y un afán incontrolable por responder un comentario chistoso de su amigo en Facebook o un tuit en el que fue mencionado.
Si configura su equipo para que no le lleguen notificaciones, solo se enterará de ellas cuando acceda directamente a la aplicación, no en tiempo real.
5.       NO SEA INTENSO: Diga NO al check in. Además de que a nadie le importa cada paso que usted dé, y puede resultar cansón chequearse en cuanto lugar visite bien sea en Foursquare o en Facebook, esta práctica es la que más lo esclaviza.
Piénselo. Los usuarios de Foursquare lo primero que hacen al llegar a un restaurante antes de ver la carta es hacer check in y enseguida ver quién hay cerca. ¿Muy terrible si deja de hacerlo? ¿Perderá amigos si no les informó a dónde llegó?
6.       SEA ANACRÓNICO: ¿Se acuerda de esa hermosa época (2007) cuando usted apenas descubría Facebook y debía esperar a llegar a la casa por la noche para revisarlo? ¿No siente nostalgia de ver que ahora está las 24 horas conectado a esta red?
Usted puede decidir dedicarle media hora al día antes de salir de casa o en la noche al llegar para revisar mensajes, fotos y notificaciones y no entrar durante el resto del día.
Si a esto le suma el tip 2 de eliminar la app de Facebook, va a lograr perfectamente ese encuentro mágico en la noche en su casa cómodamente con un vaso de leche caliente mientras chismosea la vida de sus amigos, en vez de hacerlo durante todo el día.
7.       LISTAS Y TUITS: La magia de Twitter es la inmediatez y el tiempo real, así que si bien, no se va a caer el mundo si en Facebook responde un “jajaja” 5 horas después, el debate en Twitter si puede perder vigencia si lo deja para más tarde.
Aquí se puede dar una licencia y revisar más continuamente Twitter mientras deja Facebook solo para el computador de escritorio.
Pero ojo. Si sigue 1.000 cuentas, será interminable revisar las actualizaciones. Así que como la excusa de revisar Twitter es para mantenerse informado, lo mejor es que cree listas temáticas e incluya MÁXIMO 5 cuentas de noticias, solo sus favoritas y las deje en una lista llamada “Noticias” y así, revisar durante el día solo esta lista.
Las cuentas de amigos, de empresas y de entretenimiento, déjelas en otras listas para que las revise luego en un computador cuando tenga tiempo o en su celular cuando esté solo.
8.       HONRE A PADRE Y MADRE: “¡El teléfono se hizo para acortar distancias, no para alargarlas!”, reza el clásico dicho de los papás que querían ahorrar en la cuenta de teléfono fijo.
Pues bien, han pasado los años y ahora el dicho se aplica a las eteeernas conversaciones en Whatsapp donde nada tiene un final y se puede estar todo un día hablando de todo y nada sin cesar. Hágale caso a sus papás.
Como se está ahorrando unos pesos y que NO paga un plan ilimitado de datos, destine esa platica para invitar a ese amigo de charlas eternas a tomar café. Sí, en vivo y en directo a la antigua usanza.
¿Qué vive en Kuala Lumpur? Mayor incentivo para ahorrar y visitarlo. O sin ir más lejos, aproveche otras herramientas tecnológicas. Póngale una cita en la noche para verse y hablar cara a cara vía Skype o FaceTime. Mejor, ¿no?
9.       SANTIFIQUE LAS FIESTAS: Los domingos no se trabaja así que NO revise su correo los fines de semana. ¿En serio debe revisarlo en todo momento? ¿Verdad que no? Entonces, calmado.
10.   HAY QUE LEER: La principal razón por la que la gente no suelta el celular es porque necesita un quéhacer en tiempos muertos durante el día así que resultan cogiendo el celular para revisar redes, jugar CandyCrush y demás.
¿No cree que si tuviera otro medio de entretenimiento usaría menos el celular? Claro, es un poco absurdo pensar en volver a la era en la que había que andar con un reproductor de música, un videojuego, un teléfono y demás todo por separado, pero algo se puede lograr.
Andar con un buen libro impreso por ejemplo, puede ser la solución a esos tiempos muertos en los que por ocio usted toma el celular. En cambio, si está inmerso en la lectura querrá aprovechar cualquier momento para leer y leer hasta terminar el libro.
Y lo más interesante es que si definitivamente no puede dejar el vicio de mirar el celular todo el día, puede incluso comprar libros y revistas digitales. Si tiene un iPhone le irá mejor pues tiene infinitas opciones de libros en la tienda iBooks y revistas en el Quioisco, mucho  más baratas que las de papel y que puede leer SIN necesidad de estar conectado a internet.
Así, si sigue con la manía de revisar el teléfono, al menos lo hará para algo más constructivo que jugar o revisar sus redes.
11.   SEA INSOPORTABLE: Así como los miembros de la familia deben apoyar a quien hace dieta y no comer como cerdos en frente de quien quiere bajar de peso, con la nomofobia pasa igual, pero del mismo modo en el sentido contrario (citando a la Reina).
Seguramente sus amigos notarán su cambio y se alegrarán de que usted ahora les presta más atención y se volvió un excelente escucha.
Incluso si está de conquista, l@ amarán porque su celular ya no es lo más importante en una cita sino su pareja.
Pero eso sí, si su amig@, novi@, hij@ o lo que sea, sigue con el jueguito del celular, sea drástico, váyase y déjelos solos que sigan con su celular.
Usted ya tiene todas las de ganar porque está demostrando respeto y así lo tilden de insoportable, terminarán dándole la razón. Le pedirán consejos y usted compartirá estos 11 tips.
 
nomofobia

Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección: http://elcomercio.com/tecnologia/smartphones-telefono_celular-enfermedades-dieta-terapia-tips_0_1067893348.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com

domingo, 12 de enero de 2014

Las mujeres víctimas de violencia afrontan, por lo menos, 15 secuelas


Las mujeres víctimas de violencia afrontan, por lo menos, 15 secuelas
Lo que más extraña María (nombre protegido) es ver el rostro de sus tres hijos. A partir de ahora, solo recordará las sonrisas de sus niños, aunque ellos sigan creciendo. Ella quedó ciega el 30 de junio pasado. El hombre con el que se casó hace 12 años le provocó graves heridas en los ojos y en la cara con una botella rota. Ese fue el desenlace de una vida de maltratos y humillaciones. La tragedia sucedió en Otavalo, Imbabura. En su recuperación fue atendida en dos hospitales públicos. Además de un crédito que había hecho para una vivienda, se gastó alrededor de USD 2 000 en la compra de medicinas, trámites y gastos de movilización. Fue operada una vez. Le extrajeron los lóbulos y los tejidos destruidos de los dos ojos. Además, le suturaron ocho heridas en su rostro y dos en el dorso de los dedos de su mano derecha. Los médicos no lograron salvar su visión. La agresión de María sucedió un domingo. La mayoría de casos de violencia intrafamiliar se registra los viernes, sábados y domingos, según el jefe de Emergencias de una casa de salud pública. Los más comunes son cortes, golpes contundentes y quemaduras. Lo ocurrido con la mujer en Otavalo fue tomado por la Justicia como un intento de asesinato y femicidio. La Fiscalía no registra datos de este delito, pero especifica que en todo el país se denunciaron 929 casos de lesiones por violencia intrafamiliar entre enero y octubre pasado. Ahora la mayor preocupación de María son sus tres hijos, quienes presenciaron la agresión. El niño de nueve años tiene pesadillas. Él y sus hermanos recibieron ayuda psicológica al inicio. Ana Basantes, de la Unidad de Violencia contra la Mujer de Otavalo, considera que seguir recordándoles el hecho es revictimizarlos. El estudio 'Los costos intangibles de la violencia doméstica en Latinoamérica y el Caribe', publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en agosto pasado, asegura que la violencia doméstica afecta también a los niños y niñas, especialmente a los que son menores de seis años de edad. Esto ocurrió con los tres hijos de Fernanda (nombre protegido). Ellos vieron a su madre sangrando, tendida en la cama. Su esposo la apuñaló en la espalda, a la altura de la columna vertebral. Ahora ella no puede caminar y depende de una silla de ruedas para movilizarse. Ya no puede trabajar limpiando departamentos y viviendas. En la actualidad, es vendedora de caramelos y habas. María, en cambio, logró mantener su empleo. Pero mientras sanaban las heridas, dejó de trabajar 75 días. La empresa donde labora la acogió nuevamente aunque sus ojos cafés ya no pueden ver. Un estudio elaborado por el Programa para Combatir la Violencia contra la Mujer de la Cooperación Alemana reveló que las microempresarias ecuatorianas dejan de trabajar, en promedio, 54 días y pierden USD 370 al año como resultado de la violencia de género. El documento señala que anualmente se generan en el país pérdidas de ingresos entre USD 8 millones y 49 millones. Las secuelas en la mujer María conoció a su esposo cuando eran adolescentes. El peritaje psicológico realizado al hombre reveló que es posesivo, controlador y se sentía dueño de ella. Pero la mujer no denunció y la violencia se fue incrementando. Angélica Cruz, licenciada en Trabajo Social y quien atiende a mujeres víctimas de violencia, señala que el problema es que se acostumbran a ser violentadas y crean una dependencia emocional con el agresor. "Son víctimas de insultos y ridiculización. Entonces ellas llegan a creer que no sirven para nada, que son tontas". Tras recuperarse de sus lesiones físicas, María acude a terapias de ayuda psicológica. Le aconsejan que siga adelante por sus hijos y que sea firme en el momento de guiarlos y dócil porque son niños. Además de las secuelas psicológics en las mujeres, Cruz dice que se presentan síntomas como taquicardia, temblores, sudoraciones no comunes, insomnio, fatiga, desconcentración y falta de capacidad para tomar decisiones. El estudio del BID muestra también que la tasa de anemia aumenta en 9% en las mujeres que sufren violencia de cualquier tipo, y en 15% con violencia física grave. Pero lo que más le molestaba a Rosa (nombre protegido), otra víctimas de violencia intrafamiliar, era la sensación de ahogo, de tener un nudo en la garganta. Su esposo la agredió por más de siete años. Recuerda que él le decía que la castigaba porque ella lo traicionaba con otros hombres. Le prohibía salir con amigos, compañeros del trabajo y hasta con familiares. Hubo un día en el que incluso le pidió que renunciara a su empleo. El agresor de María tenía una actitud similar. Pelearon varias veces porque decía que tenía "amantes", aunque ya estaban separados por cerca de un año. En la audiencia, él aseguró que actuó bajo los efectos del alcohol y movido por los celos. Aquel 30 de junio, ella pensó que iba a morir. Pero, a pesar de todo, María está agradecida con Dios por seguir con vida. Ahora, con los USD 318 que gana al mes, paga la comida, luz, agua… "Siempre he mantenido mi casa y ahora con mayor razón porque el padre de mis hijos está en la cárcel". El 15 de noviembre pasado, el hombre fue sentenciado a 12 años y seis meses de reclusión. Tras la tragedia, un familiar le permitió mudarse a su casa y abandonó la vivienda que tenía con su cónyuge. Ahora sus hijos son sus ojos. La hija mayor le ayuda a cocinar y a lavar la ropa. María prepara los almuerzos para sus niños una noche antes. Dónde denunciar Las agresiones físicas contra las mujeres se pueden denunciar en las unidades Judiciales de Violencia contra la Mujer y la Familia. Estos juzgados reemplazaron a las antiguas Comisarías de la Mujer. En Quito, se ubican en Carcelén, Carapungo, Quitumbe, Ajaví, La Mariscal y valle de Los Chillos. Allí se puede denunciar agresiones y solicitar una de las ocho medidas de amparo previstas en la Ley de Violencia contra la Mujer (Ley 103). La denuncia se puede realizar por escrito o verbalmente en estas dependencias. Estas medidas son: Conceder boletas de auxilio a la mujer o demás miembros del grupo familiar, ordenar la salida del agresor de la vivienda, imponer al agresor la prohibición de acercarse a la agredida en su vivienda, trabajo o lugar de estudios. También están la de evitar que el agresor realice actos de persecución o intimidación a la víctima, reintegrar al domicilio a la persona agredida, otorgar custodia de los menores de edad a una persona idónea y ordenar el tratamiento para las partes. Si las agresiones causan una incapacidad para laborar mayor a tres días, son tratadas como delitos y conocidas en las Unidades de Flagrancia. Allí se puede tratar los casos como delitos de lesiones o como tentativa de homicidio. Punto de vista Marisabel Garcés. Psicóloga de la Unidad de Violencia contra la Mujer y la Familia 'La violencia contra la mujer causa agresividad' Las mujeres que llegan a la Unidad son valoradas psicológicamente. Entre las secuelas psicológicas que presentan están la sensación de abandono, de soledad y de indiferencia en el hogar. Son personas que sufren de baja autoestima, depresión y, si fueron agredidas físicamente, de síndrome de estrés postraumático. Las mujeres también presentan episodios de ansiedad y de agresividad/pasividad. Es decir que no hacen nada cuando son atacadas, pero se desquitan con los hijos, quienes a su vez se muestran agresivos en la escuela. Estas víctimas se sienten culpables de lo que les pasa y su lívido disminuye.