La tortuga Diego, con
1 700 crías en 35 años, es el rey de las Galápagos
Con la muerte del Solitario George, las Islas Encantadas perdieron a su cuarta
especie en peligro de extinción. Desde ahora, en las islas Galápagos solo
habitan 10 especies de tortugas gigantes. Uno de estos animales es Diego, de la
especie Chelonoidis hoodensis, de la isla Española, quien al contrario de
George ha logrado más de 1 700 crías desde su retorno a las islas en 1977,
cuando el Parque Nacional de Galápagos (PNG) fue constituido como un organismo
responsable de la conservación de la integridad ecológica y la biodiversidad de
ecosistemas insulares. Washington Tapia, del Departamento de Conservación,
Desarrollo Sustentable e Investigación del PNG, comenta que antes de esta
fecha, el Ecuador no contaba con restricciones legales que impidieran la
‘exportación’ de animales a otros países, menos aún para mantenerlos en
zoológicos con fines investigativos. Por eso, Diego vivió durante un tiempo
desconocido en el zoológico de San Diego, California; cuando los
administradores del lugar se enteraron del establecimiento del PNG, lo
regresaron voluntariamente. Actualmente Diego se encuentra en el centro de
crianza de la isla San Cruz junto a cinco hembras. En los años sesenta la
especie de Diego se redujo a 15 individuos, pero a través del programa de
crianza y reproducción se ha logrado reproducir y repatriar a 2 000 especies
españolas. Las islas Galápagos originalmente acogían a 14 especies; tres de
ellas ubicadas en las islas Fernandina , Floreana y Santa Fe, se extinguieron
en la antigüedad por piratas y actividad volcánica. Las 10 especies restantes
están en las islas de Galápagos bajo el cuidado del PNG. Por ejemplo: la
especie de Chelonoidis becki es originaria del volcán Wolf, en la isla Isabela.
Su caparazón es gris, mide 105 centímetros y posee dos morfotipos: con
carapacho en forma de cúpula y otro en forma de una silla de montar. Mientras
que la especie Chelonoidis vandenburgui, nativas del volcán Alcedo, cuenta con
un carapacho grueso y pesado. A diferencia de estas tortugas, Súper Diego es
una de las especies más pequeñas: su caparazón es negro, con un borde en punta
y angosto. Tapia comenta que el corral de Diego se asemeja a lo que podría ser
su hábitat natural. También se alimenta tres veces por semana de especies ricas
en nutrientes como el porotillo. La alimentación nativa de la especie Darwini
de Santiago, Guntheri del volcán Sierra Negra (Isabela) y Vicina del volcán
Cerro Azul de la misma isla se caracterizan por los frutos silvestres,
gramíneas y cactáceas. En la misma isla donde vive Diego por 35 años, también
habita la especie de Chelonoidis porteri, la cual se caracteriza por su
caparazón negro de 130 cm de largo, aproximadamente. La Dirección del PGN
continúa el monitoreo continuo de la especies en peligro de extinción, a través
de sus centros ubicados en las islas Isabela, San Cristóbal, Floreana y Santa
Cruz. Junto a científicos e investigadores, el PGN desarrollará talleres en dos
semanas para evaluar las estrategias de reproducción de Diego y las demás
especies. Tejidos y sangre, al laboratorio De una causa natural falleció el
Solitario George, la tortuga centenaria en la isla Santa Cruz, según el
resultado de la necropsia practicada el lunes. Ayer Marcela Aguiñaga, ministra
de Medio Ambiente; y Edwin Naula, director del PNG, informaron en Guayaquil los
resultados de la autopsia. El procedimiento se cumplió en el Parque Nacional
Galápagos (PNG) con la presencia de un Fiscal del Ambiente. Fue practicada por
un equipo del Parque integrado por Marilyn Cruz, veterinaria especializada en
vida silvestre; Andrea Loyola, veterinaria tesista en salud de tortugas;
Washington Tapia, biólogo especialista en reptiles de Galápagos; James Gibbs,
biólogo especialista en reptiles y asesor científico; Daniel Lara, biólogo
tesista en la isla Pinta; Galo Quezada y Javier Castillo, guardaparques. “No se
encontró nada anormal. El corazón y otros órganos están intactos, en buenas
condiciones, y no se encontró ninguna anomalía, excepto que su hígado tenía una
coloración fuera de lo normal, presumiblemente por la edad”, dijo Naula.
Durante la autopsia, que tomó tres horas, se tomaron muestras de cada órgano y
tejido, así como de sangre, que serán sometidos a pruebas de laboratorio. Según
Naula, dichos exámenes determinarán las causas de su muerte e incluso podrían
revelar las razones por las que no logró reproducirse. “No sabemos la edad
exacta pero especulamos que tenía más de 100 años por lo que estimamos que
murió por edad”. Aguiñaga aclaró que con la muerte de George no es que
desaparecen las tortugas gigantes de Galápagos. “Murió el último de la especie
Pinta en alusión a que fue encontrado en esa isla”. Naula explicó que no se
logró cristalizar la recuperación de su especie biológica (Chelonoidis
abingdoni), pese a que se pusieron en su corral hembras de las islas Wolf y
Española logrando con estas últimas 16 huevos infértiles. Con la muerte de
George, en las islas aún conviven 10 tipos de especies, de 14 que existían. Su
cuerpo permanece en congelación. Será embalsamado para su exhibición en un
Centro de Interpretación que se construirá en Puerto Ayora. Red.Guayaquil Otras
especies En la isla Pinzón habita la especie Ephippium: únicos herbívoros
nativos de alta longevidad y bajo rendimiento de energía. En San Cristóbal se
encuentra la especie Chathamensis que tiene un caparazón ancho y negro, de
forma intermedia. El programa de crianza de PNG ha asegurado la supervivencia y
repatriado a 20 000 ejemplares. Originalmente, las Islas Encantadas poseía n
más 250 000 especies, aproximadamente.
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